En pleno corazón de Europa, protegida por montañas y muy lejos del mar, se encuentra uno de los países más ricos del mundo: Suiza. Este país, llamado oficialmente Confederación Helvética está formado por 26 cantones, y aunque Ginebra es su ciudad más conocida, su capital es Berna.
Suiza
el país de la nieve
Este pequeño país en el que se habla 4 idiomas: alemán, francés, italiano y romanche, es reconocido internacionalmente por sus relojes, sus chocolates y sus deliciosos quesos, y desde luego por los Alpes suizos donde se sitúan algunas de las estaciones de esquí más importantes del mundo que son visitadas anualmente por miles de turistas amantes de la nieve: Verbier, Zermatt, Sacs Fee, Gstaad, St Moritz , Davos… Montañas, valles, cascadas y glaciares conforman el impresionante paisaje de los Alpes fuente de algunos de los ríos más importantes de Europa como el Rin o el Ródano que forman sus conocidos lagos como el Lemán¸ el de Zúrich o el Constanza. Las montañas más altas de su territorio son La Punta Dufour, en Valais, con más de 4.500 metros de altitud o el Cervino en los Alpes Peninos en la frontera con Italia.
Entre los lagos de Thun y de Brienz se encuentra Interlaken, en el cantón de Berna, uno de los rincones más turísticos del país, albergando el Jungfrau-Aletsch-Bietschhorn un conjunto de montañas, valles y glaciares con el pico Jungfrau como protagonista. Este conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 y para recorrerlo nada mejor que el tren cramallera “Jungfraubahn” que circula por el interior de la montaña hasta la estación de Jungfraujoch a 3.454 m, la más alta de Europa.
Silvaplana, en el cantón de los Grisones, es otra relevante zona turística con una gran oferta de actividades para realizar al aire libre. Es especialmente conocida por su lago, donde se practican deportes náuticos y pesca en verano y en invierno esquí y otros deportes relacionados con la nieve. Aquí se ubica la estación St. Moritz, sede de dos Juegos Olímpicos de Invierno. Entre Silvaplana y Zúrich está Rheinfall, las cataratas del Rhin, una cascada de 150 metros de ancho y 23 de alto, el salto de agua más grande de toda Europa.
Suiza además de contar con una naturaleza impresionante, tiene otros atractivos que merece la pena descubrir, como su capital, Berna, con un casco histórico medieval muy bien conservado declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, o Basilea, antigua ciudad universitaria con el mayor número de museos del país. Otro lugar emblemático es Montreaux a los pies de los Alpes, en el cantón de Vaud, conocido por su famoso festival de jazz que se celebra en verano, al que acuden miles de turistas y amantes de la música. Lucerna también merece una visita, especialmente por ser la cuna de los grandes maestros relojeros suizos. En el cantón de Tesino, encontramos las ciudades de Ascona, a orilla del Lago Maggiore, y también Bellinzona, con una impresionante fortaleza con tres castillos de época medieval, Castelgrande, Montebello y Sasso Corbaro, declarados Patrimonio de la Humanidad.
La ciudad más poblada de Suiza es Zúrich, con un casco histórico impresionante desde la que obtener unas vistas increíbles de los Alpes. Pero si hay algo especial en Zúrich es su gran oferta de cultura y ocio, con importantes zonas de compras y de actividad nocturna.
Sin embargo la ciudad más relevante y conocida es Ginebra, un importante núcleo financiero, sede de numerosas organizaciones internacionales, rodeada de montañas, y situada en la frontera con Francia a orillas del Lago Lemán. Su casco antiguo está muy bien preservado, y en él destaca la Catedral de San Pedro, construida en los siglos XII y XIII, desde cuya torre se tiene una vista panorámica de la ciudad, el Monumento a los Reformadores, la casa en la que nació Jean-Jacques Rousseau, y el Palacio de Naciones Unidas. Detrás de la catedral se encuentra La Place du Bourg de Four, la más antigua de la ciudad que cuenta con cafeterías, heladerías, tiendas de chocolates y restaurantes.
El lago Leman es otra de las atracciones turísticas de la ciudad, allí se celebran todo tipo de eventos. Una de las principales atracciones del lago es el Jet d'Eau (Chorro de agua) situado en el centro del lago que alcanza 140m, verdadero emblema de Ginebra. Para pasar de lado a lado del lago se utilizan unos barquitos que son el deleite de los turistas y que los residentes los utilizan como método práctico y barato de transporte porque salen cada diez minutos. En el espigón del Lago, se encuentra “Los Bains des Paquis”, uno de los lugares más auténticos para probar la fondue. para ir de compras, La Cruz de Oro está repleta de tiendas de todo tipo.
La gastronomía en Suiza es muy variada y está influida por los países con los que tiene frontera aunque algunos platos con la fondue, la raclette o el rosti son típicos en todo el país. Los platos tradicionales están muy influenciados por los lácteos y sus quesos son conocidos internacionalmente como el gruyer o el emmental. El delicioso chocolate suizo es otra de sus estrellas, que brilla con luz propia en su famosa Tarta Tres Chocolates.
Si te apasiona la montaña y el esquí, Suiza es tu destino. El país de las nieves.