¿Escapadas temáticas?

CON MUCHO ARTE

Rusticae respira arte y cultura, y muestra de ellos son alojamientos como Hotel Teatrisso, en Cuzcurrita de Río Tirón, La Rioja. En los años 20 y 30 esta casa palaciega del siglo XVII acogió las primeras proyecciones de cine en blanco y negro, la alegría del teatro sobre su escenario de tablas o la algarabía de su salón de baile. Hoy, sus 12 habitaciones nos transportan al mundo del cine, el teatro, la música, las bellas artes o la literatura.

En la localidad cántabra de Valderrible, Hotel Molino Tejada es el proyecto de la diseñadora cántabra Celia Tejada, que ha sabido dar un toque personal a este antiguo molino de piedra del siglo XVI reconvertido en un hotel boutique de 9 exclusivas habitaciones, que están asociadas a nombres ilustres de la literatura, y una de sus cabañas independientes está decorada con el toque colorista del artista cántabro Okuda, quien también es el artífice de las estrellas que salpican la piscina. En su jardín también encontramos obras de arte, como son las ovejas-cuadro de Antonio Segura.

Si lo que buscamos es una casa rural de alquiler completo, Gran Villa Palmera, en los Llanos de Aridane (La Palma) encontramos este paraíso que combina el modernismo brasileño y la cultura pop actual con mobiliario y elementos típicos palmeros hábilmente restaurados. Su excepcional colección de arte hace de Gran Villa palmera un lugar especial gracias a una galería de fotografía contemporánea en blanco y negro, compuesta por obras de artistas fotográficos como René Buri, Mick Rock, Mario Sorrenti, Dennis Stock, Olaf Heine y Mary Mc Cartney, mientras que en las habitaciones y salones hay más obras de obras de artistas como JR, Richard Phillips, Jonathan Meese. 4000, André, Jaybo Monk, Jim Avignon o KAWS. En el exterior, su exuberante jardín está presidido por la escultura "Black Palm” del artista británico Douglas White que se funde con las palmeras naturales y pone de manifiesto el tema del reciclaje y la ecología.

ODA AL MAR

Hotel Pleamar, en la asturiana localidad pesquera de Puerto de Vega, es, como diría Mila, su anfitriona “un mar de sensaciones”. Y es que este pequeño hotel con encanto de 9 habitaciones sabe a mar, no sólo por la brisa que brisa del mar que se cuela a través de sus ventanas -todas las habitaciones tienen vistas al mar, algunas con la típica galería asturiana-, sino por la calidez de la decoración marinera que también está presente en el uniforme que viste toda la “tripulación” del hotel, que transporta a alta mar a los huéspedes del hotel.

Y si se trata de mar, la mejor de las experiencias es alojase en un faro. En La isla de la Palma encontramos Faro de Punta Cumplida. Uno de los faros más antiguos de España, con 150 años es hoy un hotel boutique que cuenta únicamente con 3 suites, cada una con una decoración sencilla y elegante donde no se han escatimado los detalles para hacer que la estancia sea única. Su impresionante Infinity Pool frente al mar no te dejará indiferente.

¡QUE CORRA EL VINO!

Si hablamos de hoteles temáticos, el enoturismo siempre es una apuesta ganadora. Destino ineludible, la Rioja Alavesa cuenta con una de las joyas Rusticae. El hotel Palacio de Samaniego, de 9 habitaciones, es el primero de Edmond de Rothschild Heritage en el extranjero que se configura como el refugio perfecto para descubrir los tesoros de esta región vitícola. En el propio hotel, disfrutando de la mejor gastronomía con productos locales en su restaurante Tierra y Vino o en una cena privada en su cava, o visitando sus viñedos y su bodega Macán. Y, por supuesto, recorriendo los pueblos circundantes para descubrir la riqueza cultural de esta región que sigue conservando su esencia.

De la Rioja Alavesa nos vamos hasta Quinta do Rapozinho, un complejo rural formado por 6 casas de una antigua quinta minhota, en el norte de Portugal, que han sido recuperadas al estilo tradicional, rodeadas de un gran jardín y envueltas por prados y montes. Cada casa tiene una estructura y capacidad distintas, pudiendo albergar desde 2 a 6 personas, pero entre todas ellas destaca la Casa dos Toneis, con sus singulares camas dentro de barriles de vino auténticos.

Y, POR SUPUESTO, VIAJES

No podíamos olvidarnos de la temática viajera, algo así como los superpoderes que nos proporcionan aquellos hoteles en los que disfrutamos de un destino y, además, podemos trasportarnos a otro con solo traspasar la puerta de nuestra habitación.

En Granada, Casa Palacete 1822 , sus 6 habitaciones rinden homenaje a 6 diferentes culturas del mundo. Así, en la Italiana encontramos una suite de amplias dependencias (con salón, cocina competa y chimenea) donde predominan las líneas elegantes y la música; En la Hindú, nos transportamos a la India a través de sus colores y sus formas; la Francesa nos lleva a una “rue” parisina en plenos siglo de las luces; la China nos traslada al lejano oriente en una síntesis perfecta de tradición y modernidad con elementos típicos de todo el continente; la Americana se inspira en famosas panorámicas estadounidenses como los puentes de Brooklyn o el Golden Gate; y la Inglesa nos lleva a la campiña inglesa en una habitación en la que predominan los grandes espacios y su gran chimenea.


En Renanué, Huesca, llegamos a El Acebo de Casa Muria, un hotel cuyas 7 habitaciones te transportan a 7 lugares mágicos presididos por imponentes montañas a los que viajaron sus propietarios, y cuyos recuerdos quieren compartir con sus huéspedes. La habitación Muztagata está dedicada al pico homónimo y está decorada con muebles antiguos comprados en China; Toubkal es la montaña más alta de Marruecos, y el nombre de esta habitación decorada con muebles y lámparas afiligranadas de estilo marroquí; la habitación Posets toma su nombre del segundo pico más alto del Pirineo, y respira el estilo pirenaico, con fotos antiguas, muebles de la época y textos en patué (dialecto del Pirineo Aragonés; En la habitación Fujiyama nos sentiremos arropados por la relajación y la elegancia sencilla japonesa, con decoración y muebles comprados en Japón; viajamos a la India desde la Junior Suite Shivling, en honor a este monte del Himalaya, y en cuya decoración encontramos muebles, dibujos, telas, textos en la pared que nos transportan allí; en la Junior Suite Kilimanjaro nos sentiremos como en Memorias de África, con su cama con dosel, pinturas africanas en las paredes y lámparas y muebles típicos de este maravilloso país; finalmente, la Suite El Torreón, de 80 m2 cuadrados distribuidos en tres plantas y con decoración típicamente pirenaica que recrea la esencia y pureza de los materiales de la zona, es un claro homenaje a esta tierra que les abriga.