Empezamos la ruta en su balneario, de raíces romanas y andalusíes, en pleno paraje natural Sierra de Alhamilla. Elegimos una de las muchas rutas que lo circundan para dar un paseo. El paisaje de este macizo montañoso, que en cierta manera nos recuerda a los del Mediterráneo oriental, aunque árido presenta un relieve muy peculiar, con vertientes muy abruptas que son resultado de la erosión de una geología integrada por esquistos y cuarcitas, donde tienen un papel principal las surgencias de agua, como estas de los históricos baños de Sierra Alhamilla que manan a 58ºC de temperatura.

La masa de encinas que antaño se extendió por toda Almería, se ha refugiado en esta zona montañosa constituyendo una verdadera reliquia y actuando como un gran pulmón que oxigena a los asolados páramos circundantes.

Además, siendo un lugar con gran diversidad de especies de aves, especialmente rapaces y esteparias, ha sido declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) por la Unión Europea.