Newsletters Para pequeños hoteleros independientes
Mayo 2018

En Rusticae estamos en continua búsqueda, seleccionando con mimo nuevos alojamientos que cumplen los requisitos que debe tener un establecimiento con encanto. Entre otras cosas, un entorno único, una decoración cuidada, un carácter propio y un trato cercano. En esta labor hemos encontrado verdaderas joyas de la hotelería con encanto que queremos compartir con todos vosotros..

Cada uno de ellos con una personalidad muy marcada, pero que tienen en común el objetivo de inspirar, enamorar, despertar la inagotable curiosidad de sus huéspedes y garantizar experiencias vitales inolvidables. A continuación os presentamos las últimas incorporaciones en Rusticae:

Pamplona El Toro Hotel & Spa ****
Pamplona El Toro Hotel & Spa**** está ubicado a escasos 5 km del centro de Pamplona en un edificio rústico-provenzal que combina historia y modernidad en un entorno rural, en el que dejarse abrazar por la naturaleza y disfrutar de las increíbles vistas de la campiña navarra.

Hotel Balneario Aguas de Villaharta
Situado en el Parque Natural de Sierra Morena, este hotel se presenta como el único balneario de la provincia de Córdoba. Villaharta, una pequeña localidad en el norte de Córdoba, siempre fue conocida por la importancia de sus aguas.

Hotel Mas el Mir
Mas El Mir es una antigua masía con registros históricos del año 1366. Se encuentra situada en plena naturaleza, a sólo 4 km de la población de Ripoll, Girona. Su estructura de piedra y sus dimensiones transmiten una sensación de autenticidad, paz y bienestar.

El impacto que ha tenido esta acción en las RRSS ha sido muy significativo, así como las felicitaciones recibidas que demuestran lo mucho que valora el cliente este tipo de colaboraciones ya que permiten al consumidor probar los productos para que puedan apreciar sus cualidades de manera que genere en ellos una experiencia exclusiva.

Los asistentes tuvieron la ocasión de debatir con nuestro Community Manager, Javier Blanco las diferentes dudas o problemática particular de cada uno.

“Las necesidades en hotelería no han cambiado pero si la forma en la que se presentan y como se resuelven”

El Zerupe no es un hotel al uso. La percepción de encontrarse en un lugar diferente acompaña al huésped desde el momento de su entrada. Cuando se conoce a su propietario esa percepción se convierte en certeza. Jose Mari Alkorta es una mente inquieta, siempre pensando en nuevos retos que le seduzcan y en los que pone el entusiasmo de un niño. No extraña, por tanto, que su hotel sea un laboratorio de ideas, donde la innovación, la modernidad y la arquitectura van de la mano de la sensibilidad y el trato cercano. Si además, el hotel está en un enclave tan especial como Zarautz, irremediablemente querremos volver. Este alojamiento, que apenas cuenta con tres años de vida no ha dejado desde su apertura, de recibir premios. El último: el Premio Impulso a la Innovación Turismo 2017 concedido por el Gobierno vasco.

-¿Qué ha supuesto la entrega de este galardón tan importante, más aún cuando sois el único hotel premiado de todo el País Vasco?

El Hotel Zerupe es un pequeño hotel con encanto y calidad que se ha convertido en un laboratorio de nuevas propuestas en cuanto a diseño, gestión, tecnología y eficiencia energética. Un nuevo concepto de hotel que ha sido premiado en tres ocasiones a lo largo del año 2017: Premio Oficial de Impulso a la Innovación Turismo 2017 concedido por el Departamento Turismo del Gobierno vasco, el reconocimiento como mejor iniciativa Empresarial Sostenible concedido por el diario La Razón en Madrid, y la distinción Rusticae, como Mejor Iniciativa. Asimismo, nuestros huéspedes también nos han premiado con el Certificado de Excelencia de TripAdvisor.

Estos reconocimientos son un importante espaldarazo que nos impulsa a afrontar con gran ímpetu, nuevos y mayores retos que ya estamos gestionando en estos momentos, con el ánimo de poder servir como posible punto de referencia de innovación en el sector hotelero.

-Cuando entramos en el Zerupe, uno tiene la certeza de encontrarse en un lugar especial… nada convencional. ¿La esencia de este hotel parte de la diferenciación?

A la pregunta que todo hotelero se hace: ¿qué ofrece nuestro hotel para que los huéspedes se decanten por nosotros? ¿qué es lo que nos hace diferentes? La respuesta ha sido una secuencia de acontecimientos y decisiones en un camino iniciado, pero que nos vamos dando cuenta de que aún tiene mucho recorrido.

Inicialmente encontramos un espacio singular, con “alma propia”, un antiguo pabellón de estructura de hormigón utilizado por una empresa de transporte en la planta baja de un edificio residencial en pleno centro urbano del casco histórico de Zarautz y que había quedado en desuso tras diferentes intervenciones urbanísticas en su entorno. En cuanto lo vimos surgió el reto de cómo adecuar un espacio existente “no convencional” a un nuevo uso residencial, próximo a un concepto de loft de arquitectura industrial, pero con un programa de hotel. Una planta baja urbana que permitiera ofrecer espacios en pos de buenas y nuevas sensaciones, diferentes, desconocidas.

Zerupe significa “bajo el cielo”, que está presente en todo el hotel. Es un pequeño hotel urbano de 11 habitaciones, céntrico, próximo a la playa, sin escaleras ni ascensor, accesible, cómodo, seguro, con alma y que ocupa el espacio de un antiguo garaje de camiones. Integra el diseño de nuevas sensaciones en los espacios generados mediante soluciones innovadoras. Plantea un alto grado de confort alejado del derroche, comprometido con el medio ambiente. De la mano del sentido común, de la eficiencia energética y de la filosofía passivhaus, su drástica reducción de costos energéticos permite ser generoso en soluciones de iluminación, ventilación y climatización, mejorando el servicio sin que la economía del negocio se resienta. La integración de soluciones tecnológicas novedosas, entendidas no como alarde tecnológico, sino como nuevas herramientas al servicio de las personas que permitan mejorar la comunicación y un trato más personal y directo. La integración del Smartphone como elemento personal e intransferible del huésped, pero que puede convertirse en su propia llave o en un elemento de comunicación directa antes, mientras y después de su estancia en el hotel. Todo ello hace que el Zerupe sea una propuesta diferente.

El espacio fue inspirador en un inicio para afrontar una nueva aventura, pero tras casi tres años en funcionamiento, y gracias a nuestros huéspedes, nos hemos dado cuenta que estamos evolucionado hacia un concepto de alojamiento diferente, y nuestro reto actual es que a quien nos visite le pueda quedar grabado un cortometraje memorable dentro del largometraje de su vida.

-Con un hotel tan innovador, estoy segura que este 2018 lo afrontáis con nuevos retos. Háblame de ellos.

Pensamos que las vivencias de nuestros huéspedes no se pueden limitar a una oferta singular en el alojamiento. El propio desayuno es una apuesta en la que conjugamos la variedad y calidad de los productos con la cantidad, combinada con alguna sorpresa.

Seguimos avanzando tecnológicamente con nuevas propuestas de control de acceso de la mano de las empresas TESA e Innovahotel, mediante la incorporación de un nuevo sistema que permite personalizar el acceso al hotel y a las habitaciones de modo que sea posible la apertura de puertas y su control mediante tarjetas de proximidad, a través del propio móvil del huésped, por wifi, permitiendo una apertura remota con la aplicación TESA Hotel, o bien mediante bluetooth utilizando el Smartphone como si de una tarjeta se tratase mediante otra aplicación llamada Openow. Asimismo, es posible configurar una clave de apertura de puertas personalizada, tanto para entrar al hotel como a la habitación pudiendo ir a la playa, a correr o a hacer surf sin necesidad de llevar ninguna llave. Estos diferentes sistemas permiten la configuración personalizada pre check-in de la llave, siendo posible configurar la llave del huésped en su móvil o adjuntarle una clave por email o WhatsApp antes de que llegue al hotel fijando el día y hora de llegada y el de salida.

No hemos dejado de lado el diseño de los objetos y de los espacios. Hemos incorporando el diseño de elementos repensando el concepto de los mismos, tras interpretar las necesidades y su función y uso en nuestro hotel. Desde la jabonera de la ducha a una solución al tendedero de un hotel urbano de playa y el replanteo del espacio público de la entrada, fijando el nuevo lenguaje en cuanto a diseño para elementos futuros en el hotel. Una continua puesta al día que evita la depreciación de los espacios e instalaciones.

Además de lo anterior, continuamos con la maduración de propuestas para la comercialización de objetos, el conocimiento y la comprensión del destino con la grabación de videos mediante drones y nuevas tecnologías para su emisión en el comedor de desayunos y con otros incipientes proyectos referidos a la evolución de la comunicación entre el hotel y sus huéspedes. Nos encontramos en un momento apasionante de cambio en el comportamiento humano debido a la globalización y a la incursión de la avanzada tecnología en la vida cotidiana a la que hay que dar respuesta e incorporar paulatinamente en nuestras instalaciones para la apertura de nuevas oportunidades y sin olvidar que el objetivo de todo esto son las personas y su bienestar.

-Observo que desde el Zerupe hay un interés muy apasionado por crear destino. No solo queréis vender el hotel sino Zarautz.

Así es. Los grandes resorts ofrecen instalaciones y servicios como piscinas, spas, jardines, restaurantes y hasta campos de golf sin salir de sus límites. Nuestro pequeño hotel urbano está integrado en un contexto próximo privilegiado y consideramos que la oferta global que percibe el huésped es variada y de calidad, tanto o más que la de muchos complejos hoteleros, pero con el encanto de lo auténtico y natural.

La posibilidad de elegir entre diferentes bares y restaurantes de confianza situados a menos de 150 metros del hotel, el comercio del casco urbano, su patrimonio cultural, la playa de dos kilómetros y medio de extensión, situada a 200 metros, sus paseos e incluso el campo de golf que con 101 años de vida, es el más antiguo del estado que mantiene su ubicación desde origen, situado en un entorno natural protegido a no más de 1.000 metros del hotel, conforman un conjunto singular y de gran interés.

Además nos encontramos en un bello entorno paisajístico y natural privilegiado por sus vistas, por su gastronomía y por un claro concepto de disfrute de la vida y de la belleza. Y eso es lo que queremos compartir con quien nos visita. Por eso, consideramos importante el transmitir, informar y sugerir el destino, siendo fundamental, tanto la información directa al huésped como su difusión en redes sociales.

-Tú eres arquitecto e imagino que de tener otra profesión el Hotel Zerupe o no existiría o sería completamente distinto en cuanto a diseño. Nos encanta esa idea tan transgresora de un hotel desde el que a través de sus lucernarios se ve el cielo. ¿Cómo enfrentaste este proyecto desde el punto de vista arquitectónico?

Es cierto que estoy contaminado por mi visión de arquitecto, pero no desde la “diseñitis aguda” que aflora por doquier, sino más entendida como una visión integradora de todos aquellos aspectos que considero de relevancia, y principalmente, desde el diseño de sensaciones.

Un amigo que trabaja en el sector hotelero me dijo que nunca un hotelero me hubiera encargado este proyecto, pero una vez ejecutado, muchos querrían tenerlo.

Desde el punto de vista urbanístico (habiendo sido profesor de Urbanismo de la Escuela de Arquitectura de San Sebastián) el reto era implantar un hotel en la planta baja de un edificio de viviendas ubicado en un casco histórico protegido, dando un sentido y valor a una nave situada tras un local de poca fachada a calle.

Desde la Arquitectura el reto fue generar espacios que, siendo funcionales, pusieran en valor dos elementos esenciales como el volumen (el aire) y la luz (tanto la natural como la artificial). Los espacios se definieron mediante dos planos. Uno hasta los 2,50 metros de altura que resolvía las cuestiones legales y funcionales y otro a partir de los 2,50 metros que definía el reparto de la luz natural y del aire, entendido como volumen. Es un espacio rodeado de otros espacios privados y que mira hacia el cielo. Esta limitación se convirtió en virtud permitiendo unas distribuciones atípicas para un hotel eliminando zonas de paso, con habitaciones más amplias y una interesante relación entre el espacio útil y el espacio aparente. La luz natural ha sido clave en el diseño del hotel. Todas las habitaciones e incluso el pasillo disponen de grandes aperturas en el techo que le permiten ver el cielo garantizando la intimidad de su habitación y pudiendo regularse mediante cortinas eléctricas. Desde la propia cama, en siete de las habitaciones, se ve el cielo.

Desde el diseño el reto fue combinar lo nuevo con lo existente. Integrar los elementos que dan carácter a la nave industrial, como las vigas y pilares de hormigón, con nuevos elementos en blanco y acero negro, utilizando los elementos necesarios y sin aportaciones superfluas. El color de cada habitación es fruto de las grandes cajas de vidrio en las que se ordenan los baños, cajas de luz desde la habitación, cubiertas con vinilos impresos con imágenes artísticas de paisajes de la comarca que proporcionan intimidad y en cuyo interior transmiten una sensación envolvente que te lleva al lugar sugerido. Ha sido una solución novedosa que ha sido publicada en medios especializados.

Desde las instalaciones el reto es alcanzar un máximo confort desde criterios de eficiencia energética. La continua renovación de aire queda totalmente garantizada mediante un sistema que introduce automática y silenciosamente aire limpio del exterior extrayendo el aire interior, independientemente de que llueva o no. La insonorización de las habitaciones está reforzada en todo su cerramiento y las instalaciones son fácilmente registrables. Los equipos de aire acondicionado mediante bomba de calor y la propia caldera de gas para el agua caliente son silenciosos y de máxima eficiencia. La iluminación combina los led con fluorescencia eficiente.

Nuestra apuesta es la eficiencia energética, la construcción sostenible, la tecnología innovadora, el diseño exclusivo y al servicio de un nuevo concepto en la hotelería, en favor de las personas.

-Hoy ningún proyecto tiene sentido si no es sostenible, y cuando hablamos de sostenibilidad lo hacemos en todos los sentidos posibles. El Zerupe da un paso más y apuesta por la filosofía passivhaus. Tu idea de ambos conceptos también es muy peculiar.

Se trata de conceptos estrechamente unidos al sentido común. La utilización de la luz natural evita gastos innecesarios dotando de calidad a los espacios. Tecnologías como la led permiten no escatimar en luz natural por su reducido consumo. Un aislamiento térmico adecuado facilita el calentamiento y enfriamiento de los espacios según las necesidades. El control y la garantía en la renovación del aire favorecen la salubridad de los espacios y reducen la pérdida de energía. Si controlamos las fugas de energía, serán más reducidos los aportes necesarios y, por tanto, los costos. Y si éstos se reducen, no será necesario escatimar en el servicio prestado, pudiendo mejorar la calidad y el confort del mismo. La filosofía passivhaus está unida a la construcción de viviendas, pero sus conceptos de base son perfectamente utilizables en la construcción y gestión de hoteles.

-¿Qué opinas sobre la situación actual de la hotelería y su evolución?

En un momento de cambio estructural como el actual, en el que confluyen la globalización y la revolución tecnológica, no podemos permanecer impasibles y anclados en soluciones anacrónicas a nuestros tiempos. Las necesidades son similares, pero no la manera en la que se presentan, ni la forma de resolverlas. Debemos de repensar el modelo.

Es un momento apasionante en el que el valor de la flexibilidad en las soluciones es fundamental. De ahí el éxito del Smartphone. La comunicación y la información son fundamentales. Han cambiado las prioridades. Es impensable no disponer de una buena wifi y de cobertura de móvil garantizada. Pero no debemos de olvidar los espacios con alma, la luz natural, el confort, el descanso, la limpieza, un buen desayuno y un trato amable y personal. Planteamientos integrales en los que el centro sea la persona y el objetivo su bienestar. Y se resume con la sensación del huésped de haber estado como en casa, con un abrazo en el check-out mientras se despiden con un “¡volveremos!”