UNA INDIANA SOSTENIBLE /
La historia que aquí contamos tienen su origen hace años cuando sus protagonistas, enamorados de bellas casonas señoriales a los pies del Cantábrico, decidieron ser uno de sus propietarios.
Paca es un nombre con carácter, como el pasado que respalda y da nombre a esta casona de indianos que compraron, y con el que rinden homenaje a emigrantes de antaño, desde la incomparable villa de Cudillero.
Montse, su anfitriona, y cómo llegó hasta aquí tiene mucho que ver con la historia de la casa y de los que viajan persiguiendo sueños. Ser el alma de este delicioso hotel que cuenta con una ubicación privilegiada entre el mar y las montañas, en uno de los pueblos más bonitos de España, exige desplegar todo el encanto. Una responsabilidad que para su propietaria implica cuidar y mimar a sus clientes para que su estancia sea del todo placentera, inmersos en la cultura y la naturaleza de estas tierras.
En invierno prende la chimenea para dar cobijo a tertulianos o lectores junto a un té caliente o una copa de buen vino, y en verano recobra protagonismo la galería, que es el lugar idóneo donde resguardarse del sol mientras nos deleitamos con las vistas al jardín centenario. Aquí, todos los sentidos se ven regalados: si el descanso es una garantía, un auténtico placer son sus cuidados desayunos caseros, donde lo artesanal y lo tradicional son la misma cosa.
Su apuesta más personal de presente y futuro tiene mucho que ver con el cuidado por las tradiciones del lugar y la naturaleza que les rodea, así como por ser un alojamiento inmerso y cómplice de la sostenibilidad y de todo lo relacionado con el ecoturismo.