UN OASIS EN MOJÁCAR HOTEL BOTANIQ ALMERÍA /
Silencio, este es el lugar. Hundo mis pies sobre la fría arena de la mañana esperando ver el amanecer. Vine buscando descansar y regresé para cuidarme en este pequeño oasis frente al mar en Mojacar. Comienzo a caminar a la vez que me entretengo con el rastro de huellas que la suave marea desdibuja. No puedo disimular una muesca de felicidad, que se escapa por la comisura de los labios, al recordar otros veranos. Que lejos queda todo compromiso. Me acompañan dos libros, una pequeña maleta y quién me roba la sonrisa cada mañana. No recuerdo si fue el azar, el destino o la casualidad quién me trajo hasta aquí. Que más da. Ahora lo que cuenta es ese desayuno tan especial con la mirada proyectada en el azul; las horas descontadas sobre una cama balinesa y el masaje a dos. Solo quiero sur.