Escapadas a Vizcaya con Rusticae
Vizcaya es un entorno netamente rural e ideal para el ocio familiar, cuyos pueblos y comarcas de interior aún guardan celosamente un importante patrimonio cultural como atestiguan Durango, Elorrio, Orxandio, Orduña o Balmaseda. La costa vizcaína exhibe preciosas playas de arena blanca y se ornamenta con impresionantes acantilados. También recoge hermosas villas marineras donde no pueden faltar pequeños hoteles con encanto.
Planes destacados para tu fin de semana o escapada romántica en Vizcaya
En Rusticae te presentamos 3 planes que no te van a dejar indiferente:
Faros con magia
Faros, torres altas con luz en su interior. Alumbrando y guiando a navíos hacia su destino. Solitarios y enigmáticos conocedores de grandes secretos. Y es que algo tienen los faros que desprenden magia y misterio. Aquí te traemos algunos de los faros más bonitos del norte de España.
Las opiniones de los viajeros
Información para preparar tu escapada
La riqueza natural toma protagonismo en sus espectaculares playas de aguas claras y entornos vírgenes: Bermeo, Getxo, Arratera-Atxabiribil, para surfear la ola más larga del mundo Mundaka es tu destino, pero tampoco puedes perder la oportunidad de hacerlo en Sopelana, Bakio, o Zierbena.
Pásate por el espacio natural protegido del biotopo San Juan de Gaztelugatxe donde obtendrás increíbles vistas de los paisajes de la costa cantábrica, la Reserva de la Biosfera Urdaibai, Punta Galea, las Marismas de Lekeitio, Punta Lucero, la Ría de Plentzia, la Bahía de Corliz y el Cabo Billano.
Para encontrarte con la magnificencia arquitectónica de esta tierra vasca, la basílica de Santa María y la torre de Salazar en el casco histórico de Portugalete, te enseñara la esencia de Vizcaya. La iglesia de Andra Mari y su zona ribereña en Getxo, la ermita de San Pelaio en Bankio o la basílica de la Asunción de Santa María en Lekeitio son una pequeña muestra, única e importante, del estilo barroco, románico y gótico vizcaíno. Y si quieres más patrimonio cultural date una vuelta por el viejo Bilbao ¡y termina en el Guggenheim!
La gastronomía es el colofón de esta espectacular escapada, donde el mar surte de exquisitos productos que son profusamente utilizados para los pintxos. Disfruta del verdadero bacalao a la vizcaína, el besugo a la espalda o su refrescante chacolí.