ESCAPADAS RURALES ROMANTICAS DE FIN DE SEMANA A MARRAKECH
ESCAPADAS RURALES ROMANTICAS DE FIN DE SEMANA A MARRAKECH RUSTICAE
ESCAPADAS RURALES ROMANTICAS DE FIN DE SEMANA A Marrakech:
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Escapadas a Marrakech
LA MEDINA DE MARRAKECH
Palacios, mezquitas, zocos, riads… Piérdete por las laberínticas calles de la ciudad vieja
Planes destacados para tu fin de semana o escapada romántica en Marrakech
En Rusticae te presentamos 3 planes que no te van a dejar indiferente:
Recorrer la Medina
El corazón de Marrakech es su Medina, de gran importancia histórica donde se encuentran los principales monumentos de la ciudad, estando además declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985. El centro neurálgico es la Plaza de Djemaa el Fna, un buen lugar para tomar el pulso a la ciudad y disfrutar de un espectáculo incesante. Aquí puedes encontrarte de todo a cualquier hora del día: encantadores de serpientes, músicos, puestos de comida, domadores de monos, malabaristas…
De compras por el Zoco
Visitar el Zoco es internarse en un laberinto de callejuelas llenos de puestos de venta, agrupados por productos y gremios, donde probar el arte del regateo. Comida, ropa, muebles, artesanía, especias, souvenirs…Recomendamos echar un vistazo al trabajo que se realiza en los numerosos fondouqs (pensiones con talleres de artesanos en la planta baja) y no olvidéis regatear!
Relax en un Hammam
El descanso en la Medina está asegurado en sus relajantes hammams que es un ritual ancestral de las sociedades de Oriente Próximo y sigue siendo un elemento fundamental de la cultura y la vida marroquí. Os recomendamos visitar uno como el de nuestro hotel Dar Justo, Le Bain Bleu, donde el agua, la música suave y los aceites esenciales conseguirán el relax tras un día intenso recorriendo la ciudad.
Las opiniones de los viajeros
Secretos de Marrakech. Te damos un planazo que nadie te había contado aún
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El planazo
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Información para preparar tu escapada
La primavera y el otoño son las mejores épocas para viajar a Marrakech, ya que las temperaturas oscilan entre los 20 y los 25º C. Así que no pierdas el tiempo y prepara tu escapada a la Ciudad Roja entre septiembre y noviembre, lejos ya del mes del Ramadán y los calores rigurosos del verano. Déjate llevar por sus olores, el ambiente de sus plazas y mercados, visita sus monumentos y contempla las magníficas puestas de sol del otoño, con el telón de fondo de las incipientes montañas nevadas del Atlas. Viajar a esta Ciudad Imperial de Marruecos constituye una experiencia única en cualquier momento del año, pero ahora que los turistas vuelven a sus trabajos y quehaceres, su esencia se deja ver mejor. Descubrirás que, aunque no está tan lejos, te parecerá estar en otro mundo. Otra cultura, otras tradiciones, otro idioma, otra gastronomía, otro estilo de vida… En definitiva, un exotismo que no te dejará indiferente y no será difícil querer repetir.
El corazón de la ciudad es la Plaza de Djamaa el Fna, donde la vida bulle a cada hora del día. Desde aquí hay que continuar hasta llegar al magnífico minarete de la mezquita de Koutoubia, prototipo de La Giralda de Sevilla y de Le Tour Hassan de Rabat, que tiene nada menos que 70 metros de altura. Koutoubia es la mezquita más importante de Marrakech y cinco veces al día le rodea un halo de espiritualidad con la voz del muecín llamando a la oración. Al norte de la Medina, hay que hacer una pequeña parada en la plaza de Rahba Kedima para curiosear en sus puestos de pócimas y remedios curativos para todo tipo de males. Un poco más arriba se ubica la Madraza Alí ibn Yusuf, que sobrecoge por su solemne ornamentación. El artesonado de las cúpulas del vestíbulo, los balcones de celosías o las maravillas andalusíes del patio son algunos ejemplos. La visita requiere tiempo para admirar el exterior y conocer el interior del que fue en su día el mayor centro de estudios coránicos del norte de África. También es interesante la visita a la Maison Tiskiwin, dedicada a las distintas regiones de Marruecos; y el mellah, núcleo de la comunidad judía, con su sinagoga, mercado y cementerio. Otros lugares de interés son las Tumbas Saadíes, el Palacio Bahía, el Museo de Marrakech, el Palacio Real, el Jardín de Menara o el Jardín Majorelle. También puedes aprovechar para hacer una excursión al desierto del Sáhara o por la cordillera del Atlas.
El sur de la Medina es el territorio de los grandes palacios y los lujosos riads de Marrakech. En Dar Si Said, actual Museo de Artes Marroquíes, impresiona la cúpula de madera pintada de la cámara nupcial, la puerta tallada, las colecciones de dagas y las vistas desde el patio del harén. En el Palacio Bahia destaca el artesonado pintado de sus techumbres. Tampoco hay que perderse las ruinas del Palacio el-Badi, la Koubba (o capilla) Ba’adiyn, el Palacio Real y, sobre todo, las Tumbas Saadíes y su famosa Cámara de las Doce Columnas, lujosa estancia donde descansa el sultán Ahmed al-Mansour.
Si eres un apasionado del arte o quieres descubrir la creatividad de los artistas de Marrakech, aprovecha para acercarte al Musée de Marrakech, antiguo Palacio Mnebhi, y a Dar Bellarj, convertido en el primer centro de arte de la ciudad.
Y no nos olvidamos de la comida, mucho más casera en la medina. Lo ideal es ir picando durante el día, y probar las aceitunas verdes, la sopa de judías blancas, las ensaladas, el cuscús o el tajine. Terminando con una taza de café o un té a la menta, y unos dulces almendrados.
El descanso en la Medina está asegurado en sus relajantes hammams y en sus encantadores riads, casas tradicionales marroquíes construidas alrededor de un patio central. Nuestros hoteles Rusticae de Marrakech se alojan precisamente en frescos y elegantes riads de la ciudad vieja que, de puertas para afuera, invitan a imbuirse en el ambiente de la Medina, y de puertas para adentro, relajarse en un entorno privado, de bella arquitectura y decoración, con todas las necesidades cubiertas.