ESCAPADAS RURALES ROMANTICAS DE FIN DE SEMANA A PALENCIA

La ciudad de Palencia es la capital de la provincia, situada en la llanura de Tierra de Campos, a orilla del río Carrión. Este cruce de caminos y, antaño, importante centro de manufacturas textiles, ha vivido numerosos acontecimientos históricos, logrando su mayor esplendor durante la Edad Media. Aquí se fundó la primera Universidad de España. Entre sus monumentos destaca la Catedral, conocida como la Bella Desconocida, el Puente Mayor y la Iglesia de San Miguel. La mejor panorámica de Palencia la encontrarás desde el Cristo del Otero.

La provincia de Palencia alberga la mayor concentración de monumentos románicos más importantes de Europa, por lo que es un destino ideal para los amantes del arte. El románico palentino está dividido en cuatro zonas. El románico norte es el más importante, destacando las localidades de Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga. Siguiendo la dirección norte-sur, encontramos el románico de La Ojeda, Boedo y Valdavia. A continuación el románico del Camino de Santiago y el románico sur, con importantes ejemplos en Palencia, Villamuriel de Cerrato y Torquemada.

Uno de las localidades de visita obligada en Palencia es la villa Frómista, la capital del románico palentino, así como un importante nudo de comunicaciones y lugar de paso del Camino de Santiago. Entre su extenso patrimonio histórico podemos destacar la iglesia de San Martín del siglo XI, que representa uno de los templos románicos más completos de toda Europa. También son de interés la iglesia de San Pedro y la iglesia de Santa María del Castillo. A 2 km se encuentra la fuente de Pozomingo, en la que se han hallado restos de lo que pudo ser Frómista en época romana.

El Canal de Castilla es una de las obras de ingeniería hidráulica más relevantes de la España Ilustrada, que comenzó a construirse a mediados del siglo XVIII con el objetivo de paliar la carencia de vías de comunicación de Castilla y poder transportar sus excedentes de trigo. Buena parte del Canal discurre por Palencia, la etapa conocida como Ramal Norte, una oportunidad única para disfrutar de un recorrido en barco, bicicleta o a caballo y contemplar las presas, esclusas, molinos, puentes y otras infraestructuras históricas. El punto de partida es el municipio de Alar del Rey.

El Camino de Santiago atraviesa la provincia de Palencia de este a oeste, casi por el centro geográfico. El paisaje que el peregrino disfrutará va desde las verdes riberas de los ríos Carrión o Pisuerga y el frescor del Canal de Castilla a las inmensidades cerealísticas de la Tierra de Campos. Una buena forma de disfrutar del rico patrimonio románico de la provincia de Palencia es a través del Camino de Santiago, que pasa por Frómista, Población de Campos, Nogal de las Huertas y Carrión de los Condes.

Además de visitar la ciudad de Palencia, para conocer la provincia hay que hacer una ruta por varias de sus poblaciones, que despliegan mucho encanto castellano en sus trazados, plazas, calles y casas. Una de estas localidades es Saldaña, situada en la comarca de Saldaña-Valdavia. Presenta un caserío típicamente castellano donde sobresalen el Castillo de los Duques del Infantado, el Palacio del Marqués de La Valdavia, la Plaza Vieja y la iglesia de San Pedro. Ampudia es otro pueblo castellano, que conserva su trazado, los restos de sus murallas y monumentos representativos, como su imponente castillo y la colegiata de San Miguel.

La dilatada historia de Palencia ha dejado en el presente interesantes vestigios desde época prehistórica, pasando por el esplendor romano y la impronta visigoda durante la Edad Media. El yacimiento del Dolmen de la Velilla, situado sobre un promontorio a 3 km de Osorno la Mayor, es un buen ejemplo de vestigio prehistórico, pero los más destacados son las villas romanas, como las de La Olmeda, cerca de Saldaña, o La Tejada, en Quintanilla de la Cueza. De los visigodos quedan rastros en la cripta de San Antolín de la catedral y en la ermita de San Juan de Baños.

Los que prefieren estar en contacto con la naturaleza también tienen su espacio en Palencia. El paraje más emblemático es el Parque Natural de las Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina, en el norte. Aquí se encuentran los nacimientos de los ríos Carrión y Pisuerga, destacando por sus sabinas, endemismos de la Cordillera Cantábrica y por ser refugio del oso pardo, en peligro de extinción. Otros espacios naturales interesantes son la Laguna de la Nava de Fuentes, Covalagua, Las Tuerces o la Laguna de Boada. Anímate a practicar senderismo, paseos a caballo, actividades de aventura y deportes náuticos. El entorno del Canal de Castilla es también una buena opción.

Si quieres que tu viaje sea más completo, aprovecha la celebración de alguna de las fiestas de Palencia que, tradicionalmente, están amenizadas por los dulzaineros y las jotas. La Semana Santa de la ciudad de Palencia está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional. También destaca el Descenso Internacional del Pisuerga en Alar del Rey, el Festival Nacional de exaltación del Cangrejo de Río en Herrera de Pisuerga, las fiestas de San Juan Bautista en Baños de Cerrato, o la muestra nacional de encaje de bolillos y el mercado castellano en Ampudia.

Las visitas culturales y los paseos por la naturaleza hay que hilvanarlos con la gastronomía palentina, para saborear sus excelentes materias primas y recuperar fuerzas cada jornada con una cocina labradora y pastoril. Entre los platos más emblemáticos se encuentran el lechazo asado, el pichón estofado, los cangrejos de río, la menestra palentina, las patatas a la importancia, la panceta asada o los caracoles a la palentina. Y de postre, las galletas de Aguilar de Campoo, los almendrados de Villoldo, los bollos tontos y listos de Frechilla o las pisuerguillas de Cervera de Pisuerga.