Para recorrer el Valle de Jerte empezamos nuestro periplo en el Mirador del Puerto de Tornavacas que ofrece una impresionante vista de todo el valle desde arriba. Sin duda, es la mejor forma de hacerte una idea perfecta de la dimensión y el poderío de su naturaleza. Es un valle frondoso donde no sólo encuentras los famosos cerezos, sino también castaños, robles y espectaculares piscinas naturales.

Tornavacas

el emperador Carlos V estuvo aquí
Seguimos camino a Tornavacas, un pintoresco pueblo ubicado en la cabecera del Valle del Jerte y encajonado entre las sierras de Gredos y Béjar, es también un punto de tránsito de la ganadería trashumante. El terreno accidentado de su término municipal se extiende hasta los 2.400 metros de altitud en el pico de Calvitero.
Tornavacas destaca por su arquitectura tradicional, con casas entramadas y balcones adornados con flores. Su patrimonio religioso incluye la iglesia barroca de Nuestra Señora de la Asunción y varias ermitas. Y, por supuesto, no hay que dejar de visitar la casa donde el emperador Carlos V pasó una única noche, la del 11 de noviembre de 1556, en el viaje hacia La Vera, su lugar de retiro. Una noche llena de anécdotas y curiosidades.


un pueblo para disfrutar todo el año
Jerte
Jerte destaca por su atractivo paisajístico, rodeado de huertos, prados y los cerezos que salpican las laderas de las sierras de Tormantos y Candelario. El pueblo se organiza en torno a dos calles principales (Barrio de los Bueyes y Calle Ramón Cepeda), con una arquitectura popular entramada y casas blasonadas que sobrevivieron al saqueo durante la Guerra de la Independencia.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVIII, es su monumento más representativo, acompañada de una torre medieval y una fuente pública. También sobresale la ermita del Cristo del Amparo, un edificio del siglo XVIII.
Al ser éste el valle del agua, el recorrido del agua a través del bosque nos conduce al pueblo de Jerte, encontrando lugares como la Garganta de los Papúos, un lugar especial para los amantes de barranquismo y donde se debe tener cuidado debido a lo resbaladizo de las piedras. Este lugar ofrece zonas habilitadas para el baño como el Charco de las Mozas y la piscina natural La Tenería (en el mismo pueblo) y, siguiendo el curso del río, se llega a la Reserva Natural Garganta de los Infiernos, una de las áreas más icónicas del valle, con impresionantes pozas esculpidas por la erosión del agua, llamadas Los Pilones. Todos ellos, lugares de gran belleza que hacen las delicias de quienes buscan capturar imágenes para el recuerdo.
Cabezuela del Valle, otro pueblo emblemático
Cabezuela del Valle, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1998, es un pintoresco pueblo medieval con calles empinadas y entrelazadas que han sido testigo de antiguos levantamientos. Sus casas de piedra con balcones adornados de flores y enredaderas destacan en el recorrido.
Algunas viviendas señoriales aún conservan escudos familiares esculpidos en sus portales. Además de pasear por su casco antiguo, es recomendable visitar el Museo de la Cereza o disfrutar de un baño en la piscina natural La Pesquerona. Debemos tener en cuenta toda la actividad de agroturismo que existe en esta zona gracias al cultivo de las cerezas.
Navaconcejo y senderismo de las Nogaleas
Navaconcejo es un pueblo con encanto donde la antigua calle Real, paralela al río, está adornada con edificios entramados y balcones llenos de flores. Entre sus construcciones destaca "La Fábrica de Sayales", una edificación de 1625 que ahora funciona como Casa de Cultura. La iglesia parroquial, Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVI y cuenta con una imponente torre de tres cuerpos. También se conservan dos ermitas barrocas: la del Cristo del Valle y la Iglesia de San Jorge.
Navaconcejo es conocido por sus piscinas naturales en el río Jerte y por la popular ruta de senderismo de las Nogaleas, que ofrece espectaculares cascadas a lo largo del recorrido y es un lugar ideal para practicar senderismo

Piornal

A ras de cielo
Llegar a Piornal a través de su carretera pintoresca es ya una experiencia en sí. En la entrada se encuentra el Mirador el “Balcón del Valle”. Y es que, al ser Piornal el pueblo más alto de Extremadura, con una altitud media de 1.110 m, desde aquí puedes observar todo el cordal de los Montes Traslasierra.
Su origen hay que buscarlo en las majadas y chozas de pastores que a principios del siglo XIII vinieron atraídos por los agostaderos de las altiplanicies de la Sierra de Tormantos.
En Piornal, el agua es también protagonista y así lo demuestra la variedad de fuentes que se encuentran por las calles y plazas. Dando una vuelta por sus calles además nos sorprenden sus “fachadas pintadas”, una recuperación del entorno urbano, convertido en museo al aire libre. De hecho, una de ellas está dedicada a Jarramplas, el personaje más conocido de Piornal, Fiesta de Interés Turístico Nacional y uno de los iconos de Extremadura. ¡Súper recomendado!


Un tributo a los caídos
Mirador de la Memoria
El Mirador de la Memoria, ubicado en El Torno, es uno de los mejores puntos panorámicos del Valle del Jerte. Desde este impresionante balcón natural se puede disfrutar de vistas espectaculares del río serpenteando a lo largo del valle. Además de la belleza del paisaje, el mirador destaca por su conjunto escultórico conocido como “Los Olvidados”,
obra del escultor Francisco Cedenilla Carrasco, en homenaje a las víctimas de la Guerra Civil, lo que le otorga un valor histórico y emocional único. Es probablemente uno de los puntos más impactantes del Valle.
Y como colofón: el espectáculo del cerezo en flor
Y por supuesto tenemos que hablar de este capítulo de la vida de este Valle. Durante los meses de marzo y abril, el Valle del Jerte se cubre de un manto blanco que resplandece sobre el paisaje, delineado por un río de aguas cristalinas. Este espectáculo natural transforma la región en un destino de visita obligada para quienes buscan reconectar con la naturaleza, descubrir tradiciones milenarias y encontrar un oasis de serenidad.
El Cerezo en Flor, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, invita a todos a sumergirse en esta experiencia única, donde más de un millón y medio de cerezos despliegan su belleza en un florecimiento que varía según las lluvias,
el calor y la temperatura, creando un mosaico de colores que evoluciona a lo largo de las semanas. Como si de fuegos artificiales se tratara, los árboles se visten de flores de manera escalonada y, a veces, imprevisible.
En torno a esta explosión de vida, de marzo a mayo se celebra una fiesta que recorre la comarca, la Cerecera. Durante estos meses, todos los fines de semana, hay actividades relacionadas con las cerezas como jornadas gastronómicas, catas, mercados, etc. Es una celebración de la belleza y la esencia del valle, un momento perfecto para compartir y disfrutar de la alegría de la naturaleza en su máximo esplendor.


Hotel De Aldaca Rural
Alojamiento en Jerte
En nuestro recorrido por el valle nos alojamos en el hotel con encanto De Aldaca Rural, un hotel de 5 habitaciones en el corazón del pueblo donde las anfitrionas,
Marta y Alicia nos sorprenden con su buen gusto en todos sus rincones repletos de arte y esculturas.
Gastronomía
La tradición romana ha dejado su huella en la pasión por el aceite de oliva, los vinos y los licores artesanales, así como en la elaboración de salazones como el bacalao y las carnes (tasajos). La gastronomía de la región se enriquece con una variedad de dulces típicos, como los llamados "dulces de sartén" y los arropes, especialmente populares durante las festividades, como la "sopa dulce" navideña.
Algunos platos de origen pastoril, como las calderetas de cabra, destacan por su contundencia y el uso generoso de especias y marinados. La riqueza culinaria del Valle del Jerte es un reflejo de su historia y sus costumbres, ofreciendo un auténtico festín de sabores que deleitan los paladares más exigentes.