EL GUARDIÁN DE LA DEHESA EN EL NORTE DE JAÉN /
Esto no es Kenia sino Jaén. No somos Karen Blixen y Denys Finch Hatton, ni protagonizaremos nunca Memorias de África. En El Añadío no encontraremos leones sino toros bravos. Lo que sí está garantizado es que viviremos una de las sensaciones más interesantes de nuestra vida al recorrer las 400 hectáreas de dehesa de esta finca, donde conviven trescientas reses de lidia en perfecta armonía con la fauna autóctona.
Sería fácil afirmar que esto es lo más parecido a vivir la aventura de un safari, pero con una diferencia evidente y es que en El Añadío además de conocer la historia apasionante de un animal singular y desconocido a partes iguales, se puede interactuar con él. Aquí es posible desayunar una tostada de pan humeante regado con el mejor AOVE de la tierra, mientras un toro nos observa por la ventana, hacer un almuerzo con los mayorales de la ganadería y hasta acariciar el denso pelaje de un toro bravo.
No solo de leones y elefantes vive el safari. El toro y el caballo es a la dehesa jiennense lo que el búfalo y la cebra a la sabana africana. El toro de lidia es la raza bovina más antigua y el guardián de la dehesa ibérica, un ecosistema único en el mundo que supone el 27% de todos los bosques de España.